miércoles, 5 de agosto de 2009

LOS TEBEOS DE MI INFANCIA: "CHICK BILL".

No se muy bien porqué pero hay historias que lees cuando eres niño que permanecen de un modo especial en tu memoria. En mi caso, la lectura de historietas formó parte de mi formación como persona desde muy pequeño. Todo esto viene a cuento porqué, de vez en cuando, voy a dedicar esta especie de minisección al recuerdo de algunas series o personajes que me dejaron huella cuando los leí allá por los años 70.

Y para inaugurar la susudicha sección voy a hablar de las aventuras de "Chick Bill", dibujadas desde finales de los 50 por el eficaz Tibet. Bueno, ahora sé que son de Tibet, autor también del ligeramente más popular "Ric Hochet", dado que en el momento en que pude disfrutar por primera vez de las historias de este personaje (que se publicaban por entregas en los "Zipi y Zape Especiales") el menda no encontraba por ningún lado la firma del dibujante. Y cuando conseguí encontrarla no la entendía (Tobut, Tibai...?).
Este... El caso es que, anécdotas aparte, sólo pude leer dos o tres historias completas. "El brazo izquierdo de la ley", "El tesoro del Buda verde" y "Territorio 22", según creo recordar. Además, al ver aquel estilo de dibujo también recuerdo que de inmediato lo relacioné con Hergé y Tintin (entonces yo no sabía qué era la "escuela francobelga") y rapidamente establecí en mi joven cerebro los correspondientes paralelismos entre los personajes de aquel Western y los del reportero belga. Los protagonistas, inicialmente animales antropomorfos según he podido averiguar posteriormente, eran el grupo compuesto por el vaquero Chick Bill, que daba nombre a la serie, el gruñón del sheriff Dog Bull (un trasunto del capitán Haddock), el simplón de Kid Ordinn (ayudante y auténtico dolor de cabeza del sheriff) y un joven indio llamado Pequeño Caniche. Precisamente kid Ordinn, contrapunto humorístico en las aventuras por el Far West de tan peculiar compañía, se hizo tan popular que acabaría conviertiéndose a la larga en el verdadero protagonista.
El caso es que, releyéndolos con la perspectiva del tiempo, he comprobado que no han perdido ni un ápice de frescura. Es más, urge que algún editor avispado reedite o recopile el resto de la colección (incomprensiblemente inédita en España, salvo alguna excepción como lo editado por Vidorama) y las nuevas generaciones puedan disfrutar de este auténtico ejemplo de BD a la europea hecho con oficio y sin más pretensión que divertir. Lo cual no es poco.

martes, 4 de agosto de 2009

EMOTIONAL WORLD TOUR.

Una auténtica sorpresa este original cuaderno de viaje dibujado a dos manos por Miguel Ángel Gallardo y Paco Roca.
Dos autores con una diferencia generacional considerable y temáticas dispares en sus obras, acaban unidos para hacer una gira de conferencias y presentaciones sobre sus más recientes creaciones. Ese recorrido a lo largo y ancho de toda la península, unido a la extrañeza que conlleva el repentino éxito que han conseguido con sus historias, se convierten en el nexo de unión de un viaje lleno de anécdotas, unas divertidas, otras tiernas y otras simplemente desternillantes. En cuanto al apartado gráfico los creadores de "Arrugas" y "María y yo" consiguen, además, una simbiosis perfecta sin renunciar a sus respectivos estilos para contarnos una experiencia que, con toda seguridad, ha transformado sus vidas.
Un album, en definitiva, con vocación minoritaria (y primorosamente editado por Astiberri) que está destinado a convertirse con el tiempo en una pequeña joya.




lunes, 3 de agosto de 2009

YO DE JOVEN QUERÍA SER ADOLFO USERO.

A propósito del "Maese Espada" de Glénat (A esto le llamo yo dibujar como Dios).

domingo, 2 de agosto de 2009

CUENTAS PENDIENTES.

A mi esto del manga me ha pillado un poco mayor, la verdad. Y reconozco que me cuesta pillarle el tranquillo al sentido de lectura japonés. No obstante, uno hace sus esfuerzos para ponerse al día.
Lo último que me he empezado, aprovechando la estupenda reedición de Planeta, es el "Monster" de Urasawa. Médicos, asesinos en serie, conspiraciones, misterios, y, sobre todo, giros inesperados de guión... Me acabo de terminar el primer tomo y sólo puedo decir que ya estoy absolutamente enganchado.
Sólo me quedan 8. Ya os contaré.